
31 Jul Por qué la ropa en la Argentina sale tan cara
Aunque los días fríos están lejos de irse, las marcas de ropa ya están presentando la preventa de sus colecciones para la temporada de primavera-verano que, luego de varios meses en caída de ventas por la pandemia, esperan resurgir con nuevas ocasiones de uso y consumidores vacunados.
Pero si se pasea por los principales shoppings del país y al entrar a las tiendas online, los precios asustan. No es raro ver, entre primeras marcas, vestidos por $ 15.000, jeans por $ 10.000 o shorts por $ 8000. Hasta una remera básica de algodón se exhibe por $ 3000.
Y la temporada de invierno tampoco se quedó atrás. En centros comerciales, las principales marcas mostraron tapados por $ 25.000 o sweaters por $ 12.000. En abrigos de géneros como el cuero, por ejemplo, los precios superaron los $ 40.000 incluso, casi dos salarios mínimos.
Según el último Índice de precios al consumidor que publica el Indec, la categoría de prendas de vestir y calzado en junio vio un aumento interanual del 65 %, muy por encima del nivel general de 50,2%. Fue de las categorías que más aumentaron, junto con alimentos y bebidas no alcohólicas y bebidas alcohólicas y tabaco.
Y en este rubro, el tira y afloje constante está en cómo se componen los precios de cada prenda que, históricamente, tuvieron un gran componente impositivo. Pero en el último tiempo, también sufrieron el efecto de la pandemia.
Según el Semáforo de la Industria Argentina de la Indumentaria de julio que publica la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), después de casi un año y medio de pandemia, la industria de confección de ropa nacional está comenzando a normalizar su nivel de actividad, aunque sigue parcialmente restringida por los protocolos sanitarios.
La superación de los peores momentos de la pandemia habilita la normalización de la producción en el sector, que, según el organismo, quedó muy afectado por la escasez de materia prima, los cierres y los protocolos sanitarios.
Sin embargo, la fuerte contracción de las ventas explica que esta industria aún está fabricando 20% menos unidades que en el mismo período de 2019, previo a la pandemia. “En adelante, el aumento del poder de consumo de la población argentina se torna una condición necesaria para la recuperación de nuestro sector. Mientras tanto, la política pública debe continuar asistiendo a nuestro sector, uno de los más castigados en los últimos años, para garantizar la supervivencia de la mayor cantidad de empresas y puestos de trabajo formales”, explica el comunicado.